¿Qué pasa con Texas? Los Republicanos de California Piden Respuestas en la Lucha por la Redistribución
Por Jeanne Kuang y Maya C. Miller, CalMatters
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Los republicanos de California tienen una respuesta sencilla cuando los demócratas culpan a Texas por iniciar la carrera armamentista de la redistribución congressional: dos errores no hacen un acierto.
Esto significa que tienen que reconocer ambos errores, lo cual los pone en desacuerdo con su líder del partido, el presidente Donald Trump, quien quiere que el GOP redibuje los distritos congresionales en los estados republicanos para mejorar sus posibilidades de mantener una mayoría en el Congreso el próximo otoño.
En Texas, Trump ha dicho que tiene “derecho” a cinco escaños adicionales de la Cámara de Representantes del GOP. Esas maniobras provocaron el esfuerzo represivo de California, que se espera que los legisladores demócratas coloquen en la boleta para una elección especial en noviembre.
Los mapas de California, respaldados por el gobernador Gavin Newsom, compensarían el mapa de Texas al inclinar cinco distritos congresionales ocupados por republicanos hacia los demócratas.
“No he oído a un solo republicano en el estado de California, que esté en la legislatura estatal, defender a Texas”, dijo el asambleísta Carl DeMaio, republicano de San Diego y un incondicional seguidor de Trump. “La redistribución es incorrecta sin importar quién lo esté haciendo, ya sea un estado rojo o un estado azul. Los políticos que manipulan las líneas de sus distritos, es incorrecto.”
DeMaio, junto con el líder de la minoría asambleísta James Gallagher, presentó el lunes una resolución que pide al Congreso que proponga una enmienda constitucional que exige que todos los estados usen una comisión no partidista para la redistribución, como ha requerido la constitución de California desde que los votantes aprobaron una medida que creó ese proceso en 2010. Todos los miembros de la Asamblea del GOP han firmado.
“¿Cuándo se detiene?” dijo el senador Tony Strickland, un republicano de Huntington Beach, quien advirtió que una carrera de redistribución hacia el fondo resultaría en un “país destructivo” y “caos” al incentivar la redistribución cada dos años. En cambio, dijo que todos los estados deberían adoptar el modelo de California, donde los mapas se dibujan cada diez años por una comisión de redistribución de ciudadanos independiente.
“Lo que tenemos actualmente debería ser el modelo y el estándar dorado que el resto del país debería seguir”, dijo.
Él fue uno de varios republicanos de California que esta semana demandaron al estado sobre la prisa de Newsom para colocar su medida en la boleta ante los votantes. La Corte Suprema de California rechazó su queja el miércoles pasado.
Los distritos dibujados independientemente, que resultaron en que los demócratas ganaran 43 de los 52 escaños del estado, también han recibido críticas de Trump y del vicepresidente JD Vance, quienes han dicho que los mapas están injustamente inclinados en contra de los republicanos.
Los investigadores han encontrado que los mapas dan a los demócratas una ligera ventaja por algunas medidas pero son competitivos en otras.
Qué dicen los republicanos en el Congreso
Varios republicanos de California en el Congreso también han pedido un fin a las guerras de redistribución. Sus motivaciones incluyen preservar la representación de los votantes, así como mantener sus escaños.
El Rep. Kevin Kiley, un republicano de Rocklin, presentó un proyecto de ley en el Congreso que prohibiría la redistribución a mitad de década en todo el país — efectivamente una tregua entre los estados. El extenso tercer distrito congresional de Kiley, que se extiende casi 500 millas a través de la región del este de Sierra inclinada hacia conservadores, se convertiría en uno mucho más pequeño que incluiría los suburbios más liberales de Sacramento bajo el plan de los demócratas.
El martes, cuando el portavoz de la Cámara Mike Johnson, un republicano de Luisiana, criticó los esfuerzos del mapa de Newsom, Kiley escribió en las redes sociales exigiendo que su proyecto se lleve al piso — lo que sería una gran oportunidad por sí sola. Eso significaría deshacer los planes de Trump para Texas y debilitar las posibilidades de los republicanos de mantener el poder en el Congreso.
“Señor orador, estas son palabras agradables pero necesitamos acción”, dijo Kiley.
Los Rep. republicanos Doug LaMalfa de Oroville y Rep. Jay Obernolte de Big Bear Lake también se han manifestado en contra de la redistribución a mitad de década en California y otros estados, diciendo que la práctica crea desconfianza en los votantes.
Matt Rexroad, un consultor del GOP y especialista en redistribución, dijo que los republicanos californianos tienen razón al presionar por la redistribución independiente a nivel nacional y oponerse a la redistribución en estados tanto azules como rojos. Llamó a las guerras de redistribución “una idea horrible para todos”, tanto por razones de principios como por razones numéricas crudas.
El mapa de Newsom no solo eliminaría cinco escaños republicanos, sino que también eliminaría tres distritos competitivos ocupados por demócratas en el sur de California. Rexroad no está convencido de que los republicanos puedan ganar los escaños en Texas bajo sus nuevos mapas.
“Además de las razones para la redistribución independiente, creo que es un mal intercambio”, dijo.
Otros republicanos en California han sido más cautelosos al criticar abiertamente los esfuerzos respaldados por Trump en Texas. Un portavoz de la Rep. Young Kim dijo que la congresista del Condado de Orange vio el plan de Newsom como un “asalto inconstitucional al poder” y creía que él debería “centrarse en abordar las crisis que enfrenta California en lugar de despojar a los votantes y posicionarse para una carrera presidencial”.
Los portavoces de los Rep. republicanos Tom McClintock, David Valadao, Darrell Issa, Ken Calvert y Vince Fong no respondieron a las preguntas de CalMatters a tiempo para la publicación.
Newsom vs. Trump
Algunos legisladores estatales del GOP han dudado cuando se les pregunta si deberían pedir a Trump que retroceda directamente en la redistribución en Texas — un movimiento que los demócratas de California han dicho que los haría abandonar su esfuerzo de redistribución — o desviaron la culpa en Texas hacia grupos de derechos civiles que demandaron sobre el mapa actual, que otorga a los republicanos 25 escaños seguros y dos competitivos, y a los demócratas 11 escaños seguros.
A medida que ese caso avanzaba a través de los tribunales federales, la asistente del Fiscal General de EE. UU. Harmeet Dhillon escribió a Texas en julio diciendo que necesitaba redibujar sus mapas congresionales — dando al gobernador Greg Abbott justificación para convocar una sesión legislativa especial con ese propósito.
“No he estado involucrado en esas conversaciones,” dijo el líder de la minoría del Senado, Brian Jones, un republicano de San Diego, cuando se le preguntó si Trump también debería retroceder de los nuevos mapas en Texas. “No soy un experto en leyes de Texas o en la constitución de Texas o en su legislatura. Estoy concentrándome en California.”
En el comité de elecciones del Senado el martes, el demócrata Tom Umberg bromeó al republicano Steven Choi por decir que California estaba siguiendo erróneamente las “mismas acciones condenables” de otros estados.
“Si condenas lo que están haciendo en Texas, asumo que condenas al presidente de los Estados Unidos,” dijo Umberg, de Santa Ana. “Es un movimiento audaz para un republicano … así que te Felicito por tu valentía.”
Choi, de Irvine, dijo que solo usó la palabra “condenar” porque lo habían hecho los demócratas.
“Lo que quise decir fue que no debemos convertirnos en los malos o ser parte de los malos actores, si los estás condenando,” dijo. “No critiqué ni evalué las acciones de (los texanos).”
Si la crítica bipartidista por parte de los republicanos de California ayudará o les perjudicará puede ser irrelevante. La campaña por los escaños del GOP, dijo Rexroad, finalmente se reducirá a una pregunta más básica.
“No sé qué tipo de estrategia pueden plantear, porque la estrategia del gobernador es clara,” dijo. “‘Elígeme a mí, o elige a Trump.’”
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